miércoles, abril 11, 2012

Los Juegos del Hambre… otra novele ci-fi

Hace unas semanas mi buen amigo Juanfran me desaconsejó encarecidamente que leyera esta novela (y las dos siguientes), para acto seguido, pasarme un ejemplar del mismo (él es así, recomienda lo que no le gusta). A pesar de su mala critica, pues lo puso de muy moña, empecé a leerlo sin aspiraciones y sin limitaciones (vaya, la verdad es que aun queda algo de moña en mi… lo confieso).
Escena de la película "Los Juegos del Hambre".

El caso es que como buen lector de ciencia ficción, la historia me ha gustado mucho (por cierto, curiosa y satisfactoriamente escrita en primera persona). ¡Alto! Guardad los cuchillos, que tampoco digo que sea para tirar cohetes. De hecho espero que no le salgan muchos imitadores (que con vampiros y zombis tenemos ya bastante mierda). De todas formas confieso que en mi opinión mantiene un nivel tolerable de coherencia, de imaginación y de emoción.

A continuación hablaré de algunas cosas que me han gustado, así que si aun no lo has leído y en el futuro piensas hacerlo, será mejor que pares de leer (y que vuelvas cuando lo hayas leído, claro).

En primer lugar, y aparte del trio amoroso (lo moña; me gustó que no terminara nunca de romperse durante toda la trilogía), creo que la novela habla sobre la idea de cómo la televisión transforma la realidad en ficción, que perfectamente puede aplicarse a la sociedad actual (o cuantas injusticias vemos por la televisión diariamente a la que no prestamos ninguna atención, o bien, y eso es peor, que nos da exactamente igual).

Trata también el tema de cómo seremos visto en la historia, de cómo recordará la humanidad nuestros días, y como juzgará nuestros éxitos y nuestros fracasos (donde por cierto la democracia no sale muy bien parada… tema muy actual creo).

Podría decir algunos aspectos más en los que la novela me ha satisfecho, pero la intención de este post no es hacer una gran crítica, sino reconocer esta trilogía como autentica literatura de ciencia ficción. Aunque claro, siempre habrá quien no lo vea así… como mi amigo Juanfran.

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